De la universidad al frente
Germán Somolinos logró simultanear su activa participación en el Teatro y el Coro del Pueblo de las Misiones Pedagógicas con sus estudios en la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Madrid. Por aquel entonces esa facultad tenía un gran prestigio científico, pues en sus aulas había impartido clases Santiago Ramón y Cajal, quien a pesar de haberse jubilado en 1922 seguía ejerciendo gran influencia en la vida cotidiana de los docentes y alumnos y en las tareas de investigación que se llevaban a cabo en sus laboratorios. Esa influencia fue evidente en Germán Somolinos pues poco después de iniciar sus estudios universitarios se incorporó como ayudante de clases prácticas a la cátedra de Francisco Tello, el principal discípulo de Cajal, por lo que se consideró nieto científico del premio Nobel, tal y como evocaría en tierras mexicanas en 1952 en su texto “Recuerdos de Cajal”. Finalizada la licenciatura aprobó los correspondientes cursos de doctorado e inició su práctica profesional tras colegiarse. Pero cuando iba a defender su tesis doctoral y a proseguir su labor investigadora al lado del cardiólogo e histólogo Luis Calandre y su práctica profesional en diversos hospitales madrileños se produjo el golpe de estado del 17 de julio de 1936.
Militante de las Juventudes Socialistas de España Germán Somolinos ejerció diversas funciones como médico militar durante la guerra civil, fundamentalmente en el seno de la aviación republicana. Fue en el transcurso de ese conflicto fratricida cuando, tras obtener el correspondiente permiso, se trasladó a Estocolmo para casarse allí con María Isabel o Marisa Palencia, nacida en 1914 e hija de dos diplomáticos republicanos: Isabel de Oyarzábal, embajadora en Suecia y Finlandia, y Ceferino Palencia, ministro plenipotenciario en los Países Bálticos entre 1937 y 1939. Al finalizar la guerra, y tras estar unas semanas en un campo de concentración en el sur de Francia, logró reunirse con su familia política en tierras suecas desde donde emprendieron en 1939 el camino al exilio a México.
Germán Somolinos en su segundo año de carrera, 1931.
Germán Somolinos recibió una excelente formación en la Facultad de Medicina de la Universidad Central donde la huella de Cajal estaba muy presente. En sus aulas y laboratorios impartían docencia y realizaban investigaciones un cualificado grupo de catedráticos entre los que descollaban figuras como las del fisiólogo Juan Negrín y el catedrático Patología médica Carlos Jiménez Díaz. Todos ellos contribuyeron con su labor a dar prestigio científico y social a ese centro de enseñanza.
Sus años de aprendizaje como médico fueron muy fructíferos para Germán Somolinos, llevando a cabo diversas actividades formativas. En los cursos 1932-1933 y 1933-1934 trabajó en la clínica universitaria del catedrático de Patología Médica Agustín del Cañizo. En octubre de 1933 ejerció de secretario de actas del Congreso internacional de Lucha científica y social contra el cáncer, organizado por diversos investigadores entre los que destacaba Pío del Río Hortega.
Finalizada su licenciatura en septiembre de 1934 el catedrático Francisco Tello, el principal discípulo de Santiago Ramón y Cajal, le nombró Ayudante temporal encargado de la sección de Anatomía Patológica del Departamento Anatómico de esa facultad, cargo que suponía una gratificación de dos mil pesetas anuales.
Caricatura de Germán Somolinos, autor desconocido, 1933.
Germán Somolinos en el balcón de la casa familiar en la calle Lagasca, Madrid, a principios de la década de 1930.
Germán Somolinos hacia el final de sus estudios de medicina, 1933.
Germán Somolinos al graduarse en la Facultad de Medicina, 1935.
Durante el curso 1934-1935 siguió cuatro cursos de doctorado: los de Endocrinología, Historia de la Medicina donde obtuvo un sobresaliente, Electrología y Radiología y Parasitología, en las que consiguió una matrícula de honor. Completó esos cursos con la realización de su tesis doctoral sobre “Las Alteraciones Patológicas del Sistema Específico de His Tawara”.
También llevó a cabo en noviembre de 1934 un curso de prácticas sanitarias y ampliación de conocimientos higiénicos en el Instituto Provincial de Higiene de Madrid y entre noviembre de 1934 y enero de 1935 un cursillo teórico-práctico de Medicina Legal y Toxicología, impartido por el catedrático Barahona Delgado con sus auxiliares y ayudantes.
Asimismo a partir del otoño de 1934 fue nombrado agregado al servicio de corazón del dispensario-escuela de la Cruz Roja que dirigía Luis Calandre.
Germán Somolinos, 1935.
Sería este relevante cardiólogo, quien ejerció una poderosa influencia en Germán Somolinos, la persona que le presentó al director de la Biblioteca del Palacio Nacional Jesús Domínguez Bordona a quien ayudó a organizar en septiembre de 1935 una “Exposición de libros raros y curiosos acerca de las artes médicas, impresos entre los siglos XV al XVIII”, que probablemente avivó la curiosidad y el interés de Germán Somolinos hacia el pasado de las actividades médicas. Esta exposición se llevó a cabo con motivo de la celebración en Madrid del Décimo congreso internacional de historia de la medicina.
Persona amante de los libros se conserva entre sus papeles el carné número 2 de la sala de lectura que se habilitó para los profesores de la Facultad de Medicina. Respaldaron su solicitud el catedrático Francisco Tello y el decano, el catedrático de Oftalmología, Manuel Márquez, quien también se exiliaría a México.
Germán Somolinos de uniforme militar, hacia 1937.
Los primeros meses de la guerra civil los vivió Germán Somolinos en la asediada capital de la República adscrito al Sindicato Médico de Madrid de la UGT, cuyo carné era el nº 163. Entre julio de 1936 y febrero de 1937 desempeñó múltiples funciones en una ciudad en guerra por lo que la Inspección General de Milicias le autorizó a portar consigo la pistola nº 205663.
El 9 de septiembre fue nombrado médico del Consejo Superior de Protección de Menores donde se le encargó el reconocimiento previo de los menores antes de que fuesen internados y la inspección de las instituciones dependientes de ese organismo dependiente del Ministerio de Justicia. Por esas fechas también prestaba servicios como médico ayudante del hospital clínico de la Facultad de Medicina, convertido en hospital de sangre.
Fotografías de Germán Somolinos en su labor de médico de aviación durante la guerra civil en Barcelona, hacia 1938.
Trabajó asimismo en el Hospital Médico Popular de Chamartín de la Rosa y el 7 de noviembre atendió servicios médicos solicitados por el batallón Margarita Nelken. Al día siguiente sufrió una herida por metralla en la región lumbar, recuperándose de sus efectos el 30 de noviembre. Semanas después, a principios de enero de 1937, la Junta Provincial de Protección de Menores de Madrid le envió a las colonias establecidas en la región levantina para hacer una visita de inspección, dándole facilidades para trasladarse a Albacete, Valencia y Barcelona.
Carnet de Germán Somolinos del Consejo Superior de Protección de Menores del Ministerio de Justicia.
Carnet de Germán Somolinos de la Cruz Roja Española.
Tras abandonar Madrid fue nombrado alférez médico provisional del arma de Aviación en febrero de 1937, obteniendo también en ese mes un salvoconducto emitido en Valencia por el general jefe del Estado Mayor para trasladarse a Suecia “en misión especial del Ministerio de Estado”.
Germán Somolinos y María Isabel Palencia tras contraer matrimonio en Suecia en 1937.
Esa misión diplomática fue utilizada por Germán Somolinos para casarse con Marisa Palencia, residente en Estocolmo pues allí su madre, la escritora, inspectora de Trabajo y activista feminista Isabel de Oyarzábal, era la embajadora de la República española en Suecia y Finlandia.
A su regreso a España se reincorporó al ejército del aire, recorriendo diversas bases aéreas de la aviación republicana, fundamentalmente en Cataluña.
Tras la derrota republicana pasó junto a su hermano Alejandro varios días en un campo de concentración del sur de Francia. Rescatado de allí por su suegro Ceferino Palencia, último embajador republicano en los países bálticos, se encaminó a Suecia. Mientras preparaba su exilio al continente americano tuvo oportunidad de realizar en Estocolmo estudios de Cardiología con María Sjukjus y Química y Pruebas Funcionales con H. Sumberg.
Asimismo perfeccionó sus conocimientos de Anatomía Patológica en el servicio del profesor Folke Henschen, del Instituto Carolino, gracias a la intermediación de su patólogo jefe, el doctor Erik Sjukjus. Fue en junio de 1939 cuando el grupo formado por Germán Somolinos, su hermano Alejandro y la familia Palencia-Oyárzabal emprendió el camino del exilio, instalándose definitivamente en México en julio de 1939.
Fotografía de la familia Palencia Oryazábal junto a Germán Somolinos.
Germán Somolinos junto a su mujer Maria Isabel Palencia Oryazábal y su hijo Jan Somolinos recién nacido con los padres de la mujer: Isabel de Oyarzábal y Ceferino Palencia.