Proyectos bibliotecarios y producción científica

 

Siendo miembro de la Delegación valenciana del Patronato de Misiones Pedagógicas (1931), puso en marcha en Valencia, junto con otros proyectos personales, y bibliotecarios, las llamadas Misiones Pedagógicas, que llevarían hasta los pueblos de la España rural de los años 30 una red de bibliotecas populares, proyecto que quedaría definitivamente truncado con la Guerra Civil.

Para María “la educación era la base del progreso; consideraba que leer era un derecho incluso espiritual y que, por tanto, cualquier ciudadano en cualquier lugar tenía que tener a mano el libro o los libros que deseara leer”.

En relación con el espíritu educativo de la Institución Libre de Enseñanza, participa con su marido en la creación y desarrollo de la Escuela de Cossío (1935), hija de la Institución, y que fue dirigida por José Navarro Alcacer.

También en este año de 1935 pone en marcha el proyecto de la Biblioteca-escuela en Valencia, proyecto que enlaza con el trabajo de las Misiones Pedagógicas, y en el que se integraría la formación a los bibliotecarios de las escuelas rurales, que disponía de una sección infantil y una sección especial con obras de pedagogía. La biblioteca comenzó a funcionar como biblioteca pública en 1935 pero, debido a la Guerra Civil, ésta parecer ser la única parte del proyecto que logró realizarse.

También resulta de interés su producción científica sobre bibliotecas. A través de ella pueden intuirse los dos ejes principales en los que, en nuestra opinión, María Moliner basa su pensamiento bibliotecario. En primer lugar, la necesidad de cooperación, que se refleja en el diseño de redes y sistemas de bibliotecas y, en segundo, la importancia que para el desarrollo de las bibliotecas tiene la formación de los bibliotecarios.

Proyectos de Maria Moliner

La primera de estas aportaciones es el citado trabajo que presentó al II Congreso Internacional de Bibliotecas y Bibliografía. María Moliner participó en el Congreso con un trabajo titulado: “Bibliotecas rurales y redes de bibliotecas en España”. En él, tras referirse a los dos organismos encargados en la España de la República de crear bibliotecas en los centros rurales - la Junta de Intercambio y Adquisición de Libros y el Patronato de Misiones Pedagógicas-, centra el estudio en las bibliotecas de Misiones. A continuación se refiere a las dos redes de bibliotecas públicas rurales existentes en España en ese momento: la red de bibliotecas de Castropol y las bibliotecas populares de Cataluña. La última parte del estudio la constituye el proyecto de crear una red de bibliotecas en la región de Valencia por parte del Patronato de Misiones.




Su segunda aportación tiene que ver con la formación de los bibliotecarios, el segundo de los ejes de su pensamiento. María Moliner consideraba que un factor muy importante para el éxito de las bibliotecas creadas por Misiones era la formación de los bibliotecarios que iban a atenderlas. Fruto de su preocupación por este tema, fue el proyecto de crear la Escuela de Valencia. También con esta finalidad escribió un pequeño manual de organización de bibliotecas titulado Instrucciones para el servicio de pequeñas bibliotecas, que fue publicado en 1937. Además de la introducción en la que expone la importancia de la biblioteca para la educación de los ciudadanos, el manual consta de siete apartados en los que se recogen una serie de conocimientos básicos para la gestión de bibliotecas. A lo largo de esta pequeña obra, trasciende la idea que María Moliner tiene de las bibliotecas públicas rurales, como bibliotecas abiertas a todos, cercanas y atractivas para el usuario.