Biografía
Hans Goedicke nació en Viena en 7 de agosto de 1926. Se doctoró en la universidad de esa misma ciudad en 1949, bajo la supervisión del egiptólogo Wilhelm Czermak. Fue investigador asociado en Brown University, Rhode Island (EE.UU.) entre 1952 y 1957, coincidiendo allí con el gran egiptólogo y epigrafista argentino Ricardo Caminos. Después de ejercer como profesor asistente en la universidad de Göttingen (Alemania) entre 1958 y 1960, regresó a Estados Unidos, esta vez a Baltimore, a la universidad Johns Hopkins. Allí impartió clases de egiptología en el Departamento de Near Eastern Studies desde 1960 hasta 1993, atendiendo todos los estadios, soportes y grafías de la lengua egipcia antigua. El departamento, en sus primeros momentos encabezado por William Foxwell Allbright, ha estado siempre especialmente orientado a los estudios bíblicos y la semitística, lo que sin duda alentó el interés de Hans Goedicke por la historia y literatura del Antiguo Testamento, del pueblo de Israel y sus vínculos con el Egipto antiguo. Además de numerosísimos artículos en las principales revistas internacionales de egiptología, ha publicado más de una veintena de libros, centrándose la mayoría de ellos en el análisis de composiciones literarias, en aspectos jurídicos, o en eventos o periodos históricos concretos. Si bien su interés ha estado siempre centrado en el análisis de los textos, dirigió también campañas arqueológicas. Primero llevó a cabo dos campañas epigráficas en la región de Asuán, en Gharb Aswan y Gebel Tingar, en 1964 y 1967; años más tarde, en 1972 y 1974, excavó junto a las pirámides de Giza; y por último, en 1977, 1978 y 1981, realizó prospecciones en el delta oriental, concretamente en Wadi Tumilat, en el área de tell Rataba.
Como profesor hay tres aspectos sobre los que incidía de forma especial y que de una u otra forma aparecen reflejados en sus publicaciones. La conveniencia de consultar directamente y en primer lugar las fuentes, para tratar así de evitar la influencia de los que previamente hubieran analizado un documento, un objeto, un yacimiento o un periodo histórico. En segundo lugar, insistía en tener siempre presente que los egipcios eran seres humanos racionales y que, por tanto, las traducciones de los textos, así como el análisis e interpretación de los mitos, de los rituales religiosos, de las prácticas funerarias o de las costumbres sociales, debían acabar teniendo sentido, coherencia, y debía ser precisamente la tarea del investigador el descubrir la clave de su lógica. Por último, era un defensor acérrimo del hombre frente a la sociedad, del individuo como factor principal del cambio en todas las facetas humanas, no sólo en la historia fáctica, sino en las costumbres sociales, en la ideología política, en las creencias y prácticas religiosas. En general, según Goedicke, se debe a una persona concreta, un actor, y no al contexto sociocultural, el que se produzca un salto cualitativo en las artes plásticas o en la creación literaria. Mientras la sociedad se dejaba y se deja arrastrar por la inercia, es un ser genial el que innova e inspira el progreso.
En enero de 2007 creó la Hans-Goedicke-Foundation dentro de la Academia de Ciencias de Austria, con el objetivo de apoyar la investigación posdoctoral de jóvenes egiptólogos.
José Manuel Galan Allué
