Imágenes del nuevo mundo. Biblioteca Tomás Navarro Tomás
Diego Angulo Íñiguez (Valverde del Camino, 1901-Sevilla, 1986) tuvo una dilatada trayectoria docente e investigadora en la que destacó su vinculación con el arte iberoamericano.
En 1916 inicia la carrera de Filosofía y Letras en Sevilla y cuando la concluye va a Madrid para realizar el doctorado. En 1925 defiende su tesis doctoral y poco después gana la cátedra de Teoría de la Literatura y las Bellas Artes de la Universidad de Granada.
En 1926 se crea una Cátedra de Arte Hispano-Colonial en Sevilla, con el fin de afrontar el legado hispano en América, hasta entonces muy poco conocido. Angulo regresa a Sevilla para ponerse al frente de ella y comienza las clases en 1927. Con el objetivo de dotar a la Cátedra de libros y fotografías, consigue en 1934 una beca para viajar a México, donde permanece un año. Su estancia le permite recorrer el país y recoger un enorme caudal bibliográfico y fotográfico. En 1946, con una nueva pensión de la Junta de Relaciones Culturales, recorre Cuba, Santo Domingo, Puerto Rico, Jamaica y las repúblicas centroamericanas, completando sus investigaciones sobre el patrimonio artístico iberoamericano.
Diego Angulo Íñiguez estuvo vinculado al Instituto de Arte "Diego Velázquez" del CSIC desde su creación. Fue Secretario entre 1940 y 1942 y Director desde 1953 hasta su jubilación en 1972 desarrollando una enorme actividad.
Logró reunir un importante legado fotográfico de arte iberoamericano en el Instituto de Arte "Diego Velázquez" del CSIC que ha permitido numerosas investigaciones a lo largo de los años.
Enrique Marco Dorta (Santa Cruz de Tenerife, 1911-Sevilla, 1980). Tras cursar su licenciatura en Derecho en la Universidad de La Laguna, se trasladó a Sevilla en 1931 donde cursó estudios en Filosofía y Letras. Se vinculó muy pronto a la figura de Diego Angulo Íñiguez, a quien siempre consideró su maestro. Se doctoró en Historia en 1940 por la Universidad Central de Madrid con la tesis Cartagena de Indias en los siglos XVI y XVII. Desde 1943 fue catedrático de Arte Hispano Americano de la Universidad de Sevilla y director de su Laboratorio de Arte. Obtuvo la cátedra de Historia del Arte Hispano Americano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central en 1965 y se vinculó pronto al Instituto de Historia del Arte "Diego Velázquez" del CSIC llegando a ser su Director.
Es considerado una de las máximas figuras en el estudio de la "Historia del Arte Hispanoamericano" que conoció en profundidad en los distintos viajes efectuados a lo largo de los años. A su muerte, Diego Angulo escribió: "la Historia del Arte Hispanoamericano ha perdido uno de sus más ilustres cultivadores y, en España, el primero que de una manera decisiva y exclusiva se dedicó a estos estudios".
Colaboró en numerosas revistas, como Revista de Indias o Arte en América y Filipinas. Perteneció a la Real Academia de la Historia, y a las de Bogotá y Cartagena de Indias en Colombia, a la de Ciencias y Artes de Bolivia y a la de Bellas Letras de Córdoba (Argentina) . Fue vocal del Real Patronato del Museo del Prado.
Entre sus obras podemos destacar su colaboración en la Historia del Arte Hispano Americano, dirigida por Angulo (1945-1956); Fuentes para la historia del Arte Hispanoamericano. Estudios y documentos(1951-1981) y La arquitectura barroca en el Perú (1957).