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Miguel de Cervantes, «monumento nacional»

Monumento a Cervantes en  Golden Gate Park, San Francisco. GF2097 (ACCHS-CSIC)

En paralelo a los momentos en que en la Europa dieciochesca comienzan los procesos de nacionalización de la cultura, los países con más personalidad histórica elegían a sus representantes culturales, también conocidos como «poetas nacionales». Acabaron siendo Shakespeare en Gran Bretaña, Petrarca en Italia, Moliére y Racine en Francia, Camoens en Portugal. En España Lope de Vega, Calderón de la Barca y Cervantes eran los candidatos. Finalmente, se erigió Miguel de Cervantes como mascarón de proa de nuestra cultura.

El inicio del proceso puede situarse en Inglaterra, cuando en 1738 se hizo una de las primeras ediciones institucionales del Quijote, acompañada de una biografía por Gregorio Mayans y de un retrato, falso como todos los que se conocen del autor. Más tarde el marqués de la Ensenada quiso responder a la iniciativa de apropiación inglesa con otra prestigiosa edición, que no fue posible hasta 1780, cuando la Real Academia Española hizo la suya, con un texto depurado, estampas de los mejores artistas del momento, ensayo introductorio y retrato, también falso.

Por otra parte, como apenas se tenían noticias de su vida, desde mediados de siglo se trabajaba para saber más, y así se localizó su partida de bautismo y se fijó su lugar de nacimiento. El proceso continuó en el XIX con los ritos característicos de la nueva figura conocida como «gran hombre»: creación de un día de celebración, organización de fastos conmemorativos por parte de la Real Academia; formación de comisiones conmemorativas con los aniversarios de nacimiento y muerte de Cervantes y de la edición del Quijote –lo que continúa en el XX–, erección de una estatua frente al Congreso de los Diputados en 1835; y, como lugar de memoria, se intenta conservar la casa en la que vivió –proyecto en el que fracasó Mesonero Romanos, que fue su promotor–. Al mismo tiempo, se dio su nombre a una calle en el barrio en que vivió, y más adelante, en 1905, se planteó levantar el monumento de la plaza de España de Madrid. La ola de iniciativas conllevó que muchas ciudades llamaran a alguno de sus teatros Cervantes, elevaran monumentos, a que se hicieran grandes ediciones de sus obras y a que se divulgara el «mundo Cervantes» mediante formatos tan diversos como cajas de cerillas, cromos, estampas, tapices, cuadros, adaptaciones para niños, películas como la de 1947 dirigida por Rafael Gil y otras posteriores.

Cervantes era un «monumento nacional» porque encarnaba lo que se quería ofrecer como español, pero lo era también porque fuera de la Península así se entendió, con un momento excepcional en la romántica interpretación alemana del Quijote.

Joaquín Álvarez Barrientos
Instituto de Lengua, Literatura y Antropología (CSIC)

Monumento a Miguel de Cervantes

Comunicación del presidente Manuel Allendesalazar a Francisco Rodríguez Marín de 12 de enero de 1920 sobre la suscripción para la construcción del monumento en homenaje a Miguel de Cervantes. FRM/21/09 (ACCHS-CSIC).

El Real Decreto de 9 de mayo de 1905 del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes dicta la construcción de un monumento en Madrid para conmemorar la publicación del primer volumen de Don Quijote de la Mancha costeado por suscripción voluntaria. Establece la creación de una junta que se hará responsable de la organización de la obra y de la recaudación de los fondos, pero el proyecto se demoró y no sería hasta 1912 cuando se consignara la primera partida para la suscripción.

En 1914 se nombra la Junta para las celebraciones del tercer centenario de la muerte de Cervantes que tendría lugar en 1916 y en marzo de 1915 se abrió el concurso de anteproyectos para la erección del monumento en la plaza de España de Madrid. El 5 de noviembre de 1915 el jurado hace una propuesta de los proyectos premiados y se convoca a una presentación de maquetas y esculturas para que el comité ejecutivo tome su decisión. Los proyectos finalistas fueron los siguientes:

En la segunda parte del concurso, celebrada el 15 de abril de 1916, se decide que el proyecto de Martínez Zapatero y Coullaut Valera sería el ganador.

La construcción del monumento se inicia en 1926 y se inaugura en 1929 aunque todavía faltaban grupos escultóricos por añadir al conjunto. Este proceso se demoró hasta 1960, fecha en la que se completó añadiendo las esculturas de los personajes de La Gitanilla y de Rinconete y Cortadillo.

Raquel Ibáñez y Rosa Villalón
Biblioteca Tomás Navarro Tomás

Memoria del proyecto de Monumento a Cervantes presentada por los señores Coullaut Valera, Martínez Zapatero y Muguruza Otaño. FRM/21/07 (ACCHS-CSIC).

Memoria del proyecto

Número de 22 de abril de 1916 de La Esfera dedicado a Miguel de Cervantes en el tercer centenario de su muerte. Biblioteca Digital Hispánica. Biblioteca Nacional de España.

La Esfera (Madrid. 1914). 22-4-1916, n.º 121

Número de 22 de abril de 1916 de La Ilustración Española y Americana dedicado a las figuras de Shakespeare y Cervantes en el que se incluye un amplio reportaje sobre la construcción del monumento a Cervantes en la Plaza de España de Madrid. Biblioteca Digital Hispánica. Biblioteca Nacional de España.

La Ilustración española y americana. 22-4-1916

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