En la primera década del siglo XX comienza la transformación de Madrid. Se produce una metamorfosis urbanística que intenta cambiar la imagen castiza y conservadora de la ciudad en la de una urbe más moderna, con grandes edificios y avenidas, comunicada con el Metro y por supuesto, con grandes espacios para el ocio y el consumo.
El cine pasó de ser un entretenimiento popular con películas que se proyectaban en chamizos y locales no preparados, a un acto social con mayor repercusión que requería unos espacios adecuados en los que el público pudiera disfrutar de un ambiente más agradable. Los primeros edificios imitaban el modelo de los teatros pero poco a poco se impuso un diseño con grandes patios de butacas, cafeterías y salas de fiestas.
Uno de los testigos de todos los cambios experimentados en Madrid fue el fotógrafo Luis Lladó. En su archivo hay una importante representación de las obras proyectadas por los arquitectos artífices de las nuevas salas de cine, entre los que destacan Teodoro Anasagasti y Luis Gutiérrez Soto, entre otros.
El Real Cinema, situado en la Plaza de Isabel II, hoy desaparecido, fue obra de Teodoro Anasagasti en 1919. Llegó a ser el cine más grande de España con 1000 butacas y 54 palcos. Fijó una nueva tipología de sala cinematográfica: un establecimiento cómodo y espacioso, dotado de amplios vestíbulos, servicio de bar y un enorme patio de butacas dispuesto en filas paralelas, con uno o más anfiteatros enfrentados al escenario, en lugar de la clásica planta de herradura rodeada de palcos.
El Palacio de la Música, obra del arquitecto Secundino Zuazo fue construido en 1926 en la Gran Vía. Fue concebido como un edificio clásico que imitaba a los cines americanos de la época y se convirtió en uno de los cines más emblemáticos de Madrid.
El cine Barceló fue construido por Luis Gutiérrez Soto en 1930. Es un edificio singular y prueba de ello es que fue la única obra de la arquitectura española incluida en el manual de Ernst Neufert, Arte de proyectar en arquitectura (1936), texto básico para la arquitectura que ha seguido reeditándose hasta 2013. Se trata de un edificio plurifuncional para sala de fiestas, cine y teatro, y en su conjunto es una obra muy expresiva que simula un barco con líneas curvas, ojos de buey y barandillas de proa.
La fotografía de la fachada del Cine Velussia, realizada por Luis Lladó, ha sido imagen del Congreso Internacional de Fotografía Contemporánea, CONFOCO 2021, organizado por la Facultad de Ciencias de la Información de la UCM. En este congreso se presentó la conferencia Imágenes de Madrid en el Archivo de Luis Lladó para difundir el trabajo que hacemos desde el Archivo del CCHS con las fotografías de este destacado fotógrafo de las vanguardias artísticas del siglo XX.