No siempre se cumplen 50 años de la llegada a España de edificios tan singulares, impresionantes y mediáticos como el templo de Debod situado en Madrid. Este año la comunidad científica estudiosa de Nubia y Egipto y la sociedad en general, interesada en el templo está –estamos-, de enhorabuena, al celebrarse esta efeméride y adelantamos, que también por la que nos aguarda el próximo otoño con otro acontecimiento relevante al cumplirse cien años del descubrimiento de la tumba de Tutankhamon por Howard Carter.
El templo había llegado al puerto de Valencia el 20 de junio de 1970, desde el egipcio de Alejandría y se necesitaron dos años para estudiar su montaje, metodología, aspectos de conservación, el tipo de piedra a usar, dónde hacían falta sillares, y cómo disponerlo sin el tercer pilono que tuvo en origen, etc., sin embargo, los prolegómenos de las gestiones habían comenzado años antes.
En aquellos frenéticos días, desde que los grandes bloques de arenisca arribaron a Valencia, tras su viaje en unas enormes cajas de madera, los camiones de la compañía española de transportes SIT (Foto 1. SIT, Foto 2. SIT) realizaron el traslado por la carretera de Valencia hasta Madrid; se sucedieron numerosas conversaciones, complicaciones y soluciones para que el templo se reconstruyera de la mejor forma posible.
Operarios de la empresa SIT durante los trabajos de reconstrucción. © SIT.
Publicidad de. la empresa SIT inserta en la prensa con los trabajos en el templo de Debod © SIT.
El Ayuntamiento de Madrid estuvo muy implicado con todos sus técnicos y Martín Almagro Basch que había dirigido las misiones arqueológicas españolas en Nubia durante la campaña de salvamento de la Unesco, lógicamente tuvo un activo papel, junto con dos de sus hijos, el también arqueólogo Martín Almagro Gorbea y el arquitecto Antonio Almagro Gorbea. Precisamente de Antonio Almagro es el libro más reciente dedicado exclusivamente al templo. Salió a la luz en 2021 y aunque la biblioteca Tomás Navarro Tomás no posee un ejemplar disponemos del enlace de la Escuela de Estudios Árabes de Granada. El Templo de Debod: de Nubia a Madrid.
La biblioteca custodia obras de carácter general en las que se habla del templo y otras más específicas como ejemplo, véanse los títulos que aparecen en el siguiente vínculo.
Desgranamos algunos de ellos como son:
El templo de Debod de Martín Almagro Basch editado en 1971.
Libro de Martín Almagro Basch sobre el Templo de Debod publicado en 1971.
Destacamos también los estudios de fotogrametría de 1973 con el libro Métodos de fotogrametría arquitectónica: levantamiento de alzados del templo de Debod o el Levantamiento planimétrico del Templo de Debod de 1994. En el legado Hans Goedike también hay algunos ejemplares dedicados a Debod como: Le temple de Debod de Philippe Derchain.
El dictamen de la Comisión Central de Monumentos sobre la declaración del templo como monumento histórico artístico se aprobó en la sesión que se celebró en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid el 8 de marzo de 1971. Así lo contaba Joaquín María de Navascués quien parece anticiparse a las dificultades, que se sucederían de manera ininterrumpida y cíclica desde entonces, sobre el tipo de régimen administrativo que le correspondía y la conservación del templo.
Navascués expuso que estudiaron el caso a través de un expediente no muy sólido, concretamente señaló que “Con independencia de la informalidad del expediente examinado, la Academia tiene el honor de someter a su consideración lo siguiente”. En referencia a que solo contenía un escrito del director del Museo Arqueológico Nacional y de la Misión Arqueológica Española en Nubia; una fotocopia de un escrito sobre el mismo tema dirigido al Delegado de Obras del Ayuntamiento; una fotocopia del acuerdo de 16 de abril de 1970 entre el gobierno de la RAU y el de España sobre las condiciones de la cesión, y una memoria histórico-descriptiva del templo, anónima e ilustrada con gráficos. Pasando a enumerar y argumentar la justificación para que el templo fuese declarado Monumento histórico-artístico de interés nacional, y se procediese en consecuencia. Subrayando que no haría falta tal declaración puesto que por el solo hecho de recibirlo se adquiría el compromiso internacional bajo sanción en caso de incumplirlo. En referencia a la petición de Unesco y RAU de que se cubriese. Foto 4.
Extracto del texto de Joaquín María Navascués sobre la declaración del templo como Monumento.
Una vez instalado captó la atención de un pintor cuyo dibujo se publicó en la revista Villa de Madrid que editaba el Ayuntamiento, concretamente apareció inserto en el artículo del nº 29 titulado “El templo de Debod, en el Cuartel de la Montaña”, en el año 1970. Foto 5. En él, el artista reflejaba una puesta de sol en un entorno aún sin arbolado puesto que el parque se estaba aún ajardinando.
Dibujo a la cera del templo de Debod, publicado en Villa de Madrid, nº 29 en 1970.
Al año siguiente, con motivo de las fiestas de San Isidro, se convocó el 4 de mayo de 1972 un concurso de pintura infantil, justo al pie del monumento que ya erigido aguardaba la inauguración oficial que se retrasaba una y otra vez por la dificultad de cuadrar la agenda de las autoridades invitadas a asistir al acto.
Portada del diario ABC de 5 de mayo de 1972 abriendo con la noticia del concurso de pintura en los alrededores del templo de Debod © ABC.
Finalmente, la inauguración oficial de la reconstrucción del templo en España tuvo lugar el 18 de julio de 1972. Contó con un nutrido grupo de autoridades entre las que estaban los embajadores de Egipto, Arabia Saudí y Argelia y, los ministros españoles del Ejército, Hacienda y Gobernación, más una cohorte de autoridades locales y provinciales, guiados por Martín Almagro Basch. Su apertura a la visita pública fue dos días más tarde, el 20 de julio tras la inauguración formal.
Esta acción de difusión organizada por el Instituto Municipal de Educación resultó muy efectiva, ya que supuso los inicios de la apropiación de un monumento por parte de la sociedad madrileña, convertido hoy en un monumento tan querido por los visitantes. Cerramos así esta breve mirada a una joya nubia en el espacio madrileño que aguarda una solución a los problemas de conservación que le supone estar a la intemperie.
Autora Texto: Salomé Zurinaga Fernández-Toribio
Unidad de divulgación, cultura científica y edición digital. CCHS-CSIC
Doctora en Historia y Arqueología. Universidad Complutense de Madrid.