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Sevilla

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La primera noticia es la propuesta de la Comisión, firmada por Saavedra el 21 de mayo de 1907, para que el Catálogo de esta provincia se le encargue a Adolfo Fernández Casanova pues “reúne las excepcionales circunstancias de ser Académico… de San Fernando, arqueólogo del Ministerio de Instrucción Pública, director de las obras de la nueva portada de la Catedral de Sevilla, autor de los planos de la misma y restaurador de la Giralda”. El Rey firma el nombramiento el día 21 de junio. Muy curiosa es la noticia del 21 de octubre de ese año porque indica alguno de los problemas extra que sufrieron los catalogadores. En esa fecha Fernández Casanova escribe al Subsecretario del Ministerio una nota en la que dice que, en uno de los viajes a Andalucía, le han sustraído una cartera en la que llevaba, entre otras cosas, la credencial del nombramiento de comisionado para hacer el catálogo de Sevilla, por lo que ruega le extienda un duplicado. El 15 de junio de 1908 pide una prórroga pues, a pesar del trabajo incesante, no ha podido terminar. Suponemos que se la concedieron pues Fernández Casanova no entrega la obra terminada hasta 1910. El 5 de abril de ese año la Comisión emite un informe firmado por Garrido y el Conde de Cedillo en el que, además de describir el contenido, dicen que es “un trabajo notabilísimo…” y envía al Ministerio los seis tomos, tres de texto y tres de fotografías. Visto este informe, el Rey lo aprueba el 9 de mayo. Pero la historia no acaba aquí. La Comisión Provincial de Monumentos de Sevilla decide por su cuenta hacer un catálogo de “los monumentos que por su interés para la Historia y el Arte patrios sean dignos de ser clasificados y ejercer una vigilancia especial para su conservación”. Les ha llegado la noticia de la existencia del Catálogo de Fernández Casanova en el archivo del Ministerio de Instrucción Pública y lo solicitan el 23 de febrero de 1920 “a manera de depósito para que sirva de índice y auxilio en sus estudios”. El 31 de marzo el Rey accede a cederlo en depósito y el 20 de abril la Dirección General de Bellas Artes autoriza, a propuesta de la Comisión sevillana, a Francisco de las Barras de Aragón, sevillano y Académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando desde 1906, para que se haga cargo del original. No sabemos si el catálogo salió de su emplazamiento, pero el 19 de mayo de 1925 el jefe de la sección de Bellas Artes José Acuña solicita al jefe del archivo del ministerio Sr. Groizard que le envíe el catálogo de Sevilla, luego ya estaba en su emplazamiento original.