Sabemos por María Elena Gómez Moreno que en 1904 ya se lo habían encargado al Conde de Cedillo, pero que no había realizado el trabajo. No lo entregó hasta 1919, pero la única noticia documental que tenemos es que el 9 de enero de 1928 el jefe del servicio de publicaciones solicita al archivero del ministerio Sr. Groizard que le envíe la obra que consta de un tomo de texto y dos de ilustraciones . Por otro lado, el Marqués de Lozoya nos relata que el tiempo que el Conde, que era su suegro, utilizó en hacer el Catálogo fue el más feliz de su vida. Iba en su “ligera cesta arrastrada por dos poderosos caballos tordos” y que era siempre bien recibido en las casas rectorales, las posadas pueblerinas, las fincas de parientes y amigos en las que encontraba reposo “el viajero erudito, cuyo carácter alegre y exquisita cortesía hacían que fuese bien acogido en todas partes” .

En la biblioteca familiar quedó un manuscrito con datos sobre la ciudad que sin duda sería la continuación del de la provincia que entregó en el Ministerio y que nunca llegó a terminar. Está fechado en 1919 y fue encontrado por su nieto José Luis Pérez de Ayala en los años 80. Se puso en contacto con Matilde Revuelta, quien se llevó una grata sorpresa y decidieron publicar el texto referente a la Catedral que estaba completo y tenía unidad . Actualmente se conservan numerosas fichas con datos de la ciudad en un fichero, dos tomos de la provincia encuadernados y uno de cartulinas muy grandes, sin encuadernar, de fotografías.