El 28 de abril de 1914 la Comisión, presidida por Narciso Sentenach, eleva la propuesta decidida en sesión del día 21 para que José Ramón Mélida “docto académico, catedrático y distinguido publicista” haga el Catálogo de Cáceres, firmando el Rey la R.O. con el nombramiento el 18 de mayo por la que se le concede 800 pts. y un plazo de siete meses. Mélida inicia su trabajo el 1 de junio. El 30 de diciembre de 1914 le conceden una prórroga que el autor había solicitado el día17 . El 15 de febrero de 1915 el monarca le concede una nueva prórroga de cinco meses En una fecha indeterminada le conceden dos meses más y el 31 de mayo de 1916 solicita una nueva prórroga alegando que los múltiples deberes de los cargos oficiales que desempeña le dejan poco tiempo para el Catálogo; además, en otoño, que es la mejor época para la labor de campo, se puso enfermo por lo que se vio obligado a dejar todo y finalmente dice que tiene mucho material, pero que quiere seguir el mismo método que utilizó en el de Badajoz, por lo que necesita reunir todo para estudiarlo en conjunto. El Rey le concede dos meses el día 31 de junio, sin pagárselos. Pero la cosa no termina aquí pues vuelve a pedir prórrogas el 14 de agosto y el 16 de septiembre, ya que ha tenido que dedicar mucho tiempo a las excavaciones de Mérida y Numancia y a la formación del Museo en esta última, pero se propone dedicarle el año siguiente entero. El Rey considera que las razones son ajenas a su voluntad y, teniendo en cuenta los precedentes, le concede un plazo indefinido hasta que termine el trabajo, pero le advierte de que es la última y que no durará más que hasta finales de año. El Monarca, sin embargo le concede una nueva prórroga el 12 de enero de 1918. Por fin el 1 de julio de este año la Comisión puede emitir el informe de la obra completa, que consta de cinco volúmenes, convenientemente encuadernados, dos de texto y tres de fotos y planos. Describe minuciosamente su contenido y dice que bastaría el nombre del autor para excusar todo examen, dirigiendo numerosos elogios a su trayectoria profesional, pero como es preceptivo forma una opinión de lo completo y científico que resulta y de lo bien que responde al objetivo propuesto por el encargo conferido. También alaba mucho las fotos por lo buenas que son y por su carácter científico. Es presidente Narciso Sentenach.
Mientras tanto, el día 1 de diciembre de 1910 el Rey concedió una subvención de 1000 pts. a Luis Bello para el estudio del Monasterio de Guadalupe, recomendándole que lo haga en el más breve espacio de tiempo posible. Efectivamente, el 31 Bello entrega el estudio, cuyo original se conserva en el mismo expediente, que consta de 85 cuartillas escritas a mano por una sola cara, en el que se hace un estado de la cuestión y se añaden algunas consideraciones propias.
El 16 de febrero de 1916, con los nombramientos para la realización de nuevos catálogos muy ralentizados, salió una nueva R.O. por la que se regulaban los plazos de entrega y cobro de los trabajos, estableciendo que cada mes debían presentar lo que habían hecho en ese período.