> SELECT * FROM textos WHERE capitulo like '%Capítulo 5%' and (subcapitulo like 'Escarbador, escarbadientes, mondadientes, pajuela y baraja de escarbar') and (lugar like 'Villanueva del Conde') and (fecha like '''' or fecha_dos like '''' or fecha_tres like 'S.XVIII' or fecha_cuatro like 'S.XIX')

JOYAS UTENSILIO

Escarbador, escarbadientes, mondadientes, pajuela y baraja de escarbar en la documentación serrana y candelaria


Villanueva del Conde

     Siglo XVIII. 1754-1797


     En carta de dote de Josepha Martín, que casó en segundas nupcias con Santiago Maldonado en Aldea del Conde [actual Villanueva], consta en el año 1754 «un escarbador de plata en 7 reales de vellón»662.


     En el año 1757, se tasa en inventario «un escarbador de piedra en 8 reales»663. En este mismo año 1757, constan en inventario «un escarvadientes con una piedra blanca, y es de plata, en 8 reales; otro escarbador de plata sin piedra, 4 [reales], y otro escarbadientes de corazón, 3 [reales]»664 ¿Ha de entenderse en estos ejemplos «escarbador con piedra» y no «escarbador de piedra»?.


     En inventario del año 1757, figura «otro escarvador de corazón, 3 reales»665.


     En inventario de 1765, se tasó «una gargantilla con un escarbador de plata en 16 reales y 14 maravedís»666.


     En inventario de ese mismo año 1765, constan «tres hilos de corales y en ellos dos escarbadores y una cadena de plata»667.


     «Dos escarbadores de plata, el uno pequeño y otro grande, de corazón, en 5 reales» figuran en el año 1771, en inventario de Casimira Zerezo, mujer de Santiago Ruano, carpintero668.


     En inventario de Santiago Álbarez, año 1771, constan «siete hilos de corales con un San Antonio y un escarbador, todo de plata»669.


     En 1772, ahora en inventario de María Sánchez Maldonado, consta «un jubón mediado, de paño de mujer, con un escarbador de plata [probablemente incorporado], de la difunta»670.


     En inventario de Ana de Felipe, año 1773, se describen, entre otras alhajas y joyas «zinco hilos de corales con un escarvador y cadena de plata»671.


     En el de María Hazera, año 1778, consta «media libra de corales, y en ellos tres medias lunas grandes de plata, un San Miguel de plata, una cruz de Caravaca de plata, grande, una encomienda de plata, grande, un escarbadientes de plata, grande con una piedra encarnada y unos zarcillos antiguos, de plata, afeligranados»672.


     En inventario de Domingo Prieto Hernández, año 1778, «dieziseys ylos de corales y en ellos un escarbadientes»673. Debió de ser deslumbrante la vista de tal cantidad de corales, pocas veces igualada en la Sierra de Francia (quizá sólo en la villa de Cepeda), con la única pieza del escarbadientes de plata como extremo.


     En el año 1780, en inventario de Josef Ximénez, se enumeran «tres hilos de corales con siete piezas de plata [a saber]: tres escarbadientes, dos palomas, una Pilar y un San Antonio»674.


     En el inventario de Ángela Martín, en 1780, se describen «dos ylos de corales, dygo dos manojos, que componen once ylos, y en ellos las piezas siguientes: tres escarbadientes grandes, uno con piedra encarnada, y más tiene un manojo con seis estremos de plata y, el un manojo, tiene once estremos de metal pajizo, dos medallas del Rosario y San Antonio, una encomienda de plata grande con una piedra encarnada, joya de echura de oro grande con nueve piedras, cinco encarnadas y cuatro verdes»675. De nuevo un pentimento y una muy pormenorizada (y cargada) descripción de lo que se estaba tasando.


     En 1781, en inventario de Marivela Martín, figuran «onze ylos de corales buenos con dos estremos de plata y escarbadientes de plata con cadena de plata; más seis ylos de corales gordos con ocho estremos de plata con dos escarbadientes de plata con cadena, piedra y con dos medallas»676.


     En inventario de Antonio Sánchez Pascual, año 1782, constan entre otros bienes, «onze ylos con seis estremos de plata y onze de alquimia, tres escarbadientes de plata, uno con cadena de plata, y en él un escarbadientes sin punta [que todo pesó] 5 onzas y media, en 77 reales»677.


     De nuevo en 1782, inventario de Teresa Prieto, se describen «seis ylos de corales con una Nuestra Señora del Sagrario, un corazón, una efixie de Cristo y un escarbadientes»678.


     En inventario de Francisca Sánchez de Pasqual, año 1788, se menciona «un escarbadientes grande con cadena de plata, en 16 reales»679.


     En escritura de Villanueva, ante el escribano de Miranda, año 1788, se tasaron «un alnudei [sic] de plata y un escarbador de plata con una piedra, y una media luna de plata con piedrería, en 30 reales»680.


     En 1790, inventario de Agustín Martín Cortes, se tasó «un escarbadientes de plata y una joya, que está unida, en 38 reales»681.


     En 1797, inventario de Antonio Martín Sánchez, se tasó «una almilla de segobia con escarbadientes de plata [incorporado a esa prenda interior], en 15 reales»682.




     Siglo XIX. 1800


     En inventario de Antonio Sánchez Montero, año 1800, se tasa «un escarvador con cadena en 12 reales»695.





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