> SELECT * FROM textos WHERE capitulo like '%Capítulo 4%' and (subcapitulo like 'Patena') and (lugar like 'La Alberca') and (fecha like 'S.XVI' or fecha_dos like 'S.XVII' or fecha_tres like 'S.XVIII' or fecha_cuatro like 'S.XIX')

JOYAS SAGRADAS

La patena en la documentación serrana y candelaria


La Alberca

     Siglo XVI. 1585-1589

En el año 1585, entre los «Paños e Vistas» en el inventario de Francisco Martín, consta «Un sartal de abellanas medianas con su patena y ttres bueltas de gabanças con su plata18 y patena y un anus dey de plata grande»19.


     En ese mismo año, en inventario de Francisco Bejarano, «dos bueltas de gabanzas con su plata y patena y un gilito»20. Un año después, en inventario de Juan Pasqual se menciona «un sartal de abellanas gordas con su patena y tres bueltas de gabanzas con su patena y plata»21. De nuevo en el año 1586 figuran en inventario «tres bueltas de gabanças con su plata y patena»22. En inventario de 1588: «tres bueltas de gabanças con su patena y veyntisiete pieças de plata»23. En el testamento del albercano, conocido como «Catón el Viejo», consta en 1589 «Una patena de plata dorada, y es pequeña dicha patena»24.


     Suman pues en este siglo un total de ocho patenas albercanas, una de ellas dorada. No se describe su hechura, guarnición ni las imágenes que las llenan.




     Siglo XVII. 1638-1688

El albercano Balthasar Fernández, en testamento realizado en Sequeros, año de 1638, manifiesta:.


     

que por quanto en una de las cláusulas atrás contenidas, llebo mandado a Catalina, mi mujer, toda la plata y gabanças que la susodicha tiene para ponerse al cuello, que todo esto pesa 30 honças. Agora digo que un Christo de plata, dorado, y un sartal de plata y gabanças que tiene tres vueltas, con su patena de plata, y otro sartal de una vuelta de gabanças con su plata dorada, que todo ello lo tiene la dicha mi mujer, y entra en el peso de las dichas 30 honças29.


     En la dote de Francisco de Santiago a Marcos González, su hijo, en el año 1685, le dona, entre otras alhajas «una buelta de plata blanca y gabanzas con su patena [que pesa] 19 onzas»30. En ese mismo año 1685, en inventario de Lucas González del Tablado, se cita


     «una patena con dos carros y cuatro avellanas de plata blanca». No se pormenoriza si estas piezas van sueltas o si forman una sarta que llena con justeza el cuello.31 En otra dote, también en 1685, se cita, entre otros bienes, «una vuelta de gabanzas y plata ahumada, que con su patena pesa 22 onzas, [tasada en] 330 reales»32.


     En el año 1685, dote de Thomás Pies, figura «una vuelta de gabanzas con su patena, que pesó 19 onzas [tasada] en 28 reales»33.


     En el inventario de Silvestre de Lucas, ante el escribano de Sequeros, «una patena con dos carros y cuatro avellanas de plata blanca», año 168534.


     En el inventario de Matheo Gascón, año 1685, consta «una vuelta de gabanzas de plata con su patena»35.


     En la dote a Manuel Lozano ante el escribano de Sequeros, año 1688, constan «treinta y siete onzas de gabanzas: veinticuatro piezas de plata y su patena y un rosario de corales, que todo azen 41 onzas, y más mi joyel pequeño, en dichas vueltas, 697 reales»36.


     En estos años aparece ya mencionado en varios documentos el peso (siempre como conjunto de piezas, nunca sólo la patena) y su tasación, en estos ejemplos, en reales


     Se citan en este siglo en La Alberca 8 patenas.

Lámina IV. a)
Torrentera de plata en un río de bollagras, alcorcíes y corales (La Alberca. Colección De los Hoyos Puerto).

Pulsar sobre la imagen para verla ampliada



     Siglo XVIII. 1729-1788


     En el testamento de Manuela Pies, año 1729, figuran «dos hilos de corales y gabanzas que traigo al Pescuezo [sic por de continuo o a cada día] con una pattenita de plata; yten un ilo de gabanzas que traygo al pescuezo»85. Habla esta albercana de joyas del uso diario, incluida la patena, y de la importancia de estar bien alhajada y «prepará» por propia estima, representando a diario el honor de la casa y la familia. De alguna manera, diríamos que cada individuo, como una trinidad, sentía que representaba en su vestido tres cuerpos en una sola persona: el de su propio yo, el del nombre de la casa o el del cuerpo familiar y el que denominaríamos cuerpo social, del lugar en que había nacido.


     En el año 1731, y entre otros bienes matrimoniales de Manuel Zilleros, entra «una patenita de plata [valorada en] 4 reales»86.


     En 1732, inventario de Antonio Gómez Sancho, figuran «tres bueltas de gabanças con una patena grande con doce abellanas gordas aumadas y seis carros grandes con setenta y seis abellanas, más menudas, y dos carros pequeños, todo de plata [que pesó todo] 40 onzas»87.


     En 1738 se cita en inventario «una Buelta de gabanzas con su Patena de plata, cinco carros y cinco abellanas ahumadas»88. Parece afianzarse en La Alberca el uso en solitario de la patena al cuello, como eje de simetría y sin otra pieza (relicarios o cruces) que la acompañe; únicamente el imprescindible material de relleno (en este caso cinco avellanas y otros tantos alcorcíes). También el gusto por la mezcla de la plata seca con la sobredorada.


     El inventario de Fernando Luis de Belasco, año 1744, describe, entre otros bienes, «cuatro Bueltas de gabanças con diez carros de plata, veintizinco avellanas (diezinueve aumadas y seis blancas) con una patena blanca pequeña y un crucifijo aumado grande de plata, todo pesó 38 onzas [entran también en el peso una verónica, una esquila y un barquillo de plata]»89.


     En inventario de 1747 se cita «una patena de plata sin vidriera»90. Que sepamos, es el único texto en que se alude a la vidriera como elemento de la patena y para hacer notar que la tuvo y se quebró.


     Entre los bienes que llevó al matrimonio Juan de los Hoyos, año 1758, entra «una vuelta antigua de carros [arconciles] y avellanas grandes de plata, con catorze avellanas, seis carros y una patena grande, todo de platta fina»91. Alaba aquí el tasador la calidad de la hechura y de los materiales y califica este collar como antiguo. Por la expresión «todo de plata fina» interpretamos que eso supone para él un valor añadido (como hoy para nosotros).


     En inventario de Manuel Martín, El cojo, año 1776, figuran «dos hilos de gabanzas con cuatro carros y treze agallas de plata y, al remate, una patena con cerco de lo mismo [de plata]»92. Se manifiesta aquí, de nuevo, la patena como centro y corona del collar (en expresión coloquial, la guinda).


     En el año 1781, se cita en inventario «una Buelta de gabanzas con cuatro carros, seis agallas de plata y una patena, que pesa [todo] onze onzas, y [se tasó en] 198 reales»93.


     En 1776, en el inventario de Josef Calama, se describe «una vuelta de agabanzas con dos carros, cuatro agallas [sic por abogallas] y una patena de plata»94.


     En la partición de los bienes de Josef Calama, arriba mencionado, año 1788, vuelve a constar la «vuelta de agabanzas con dos carros, cuatro agallas y una patena de plata que pesa [todo] siete onzas»95.


     En total figuran documentadas en este siglo 10 patenas en La Alberca.




     Siglo XIX. 1803


     Solamente se registra un ejemplo albercano en el siglo XIX, inventario de 1803: «tres hilos de coral, menudos, con dos santiagos, un san Miguel, un san Antonio, y una patena de plata, que todo pesa un quarterón, en 80 reales»129.




El libro multimedia
Contacto