> SELECT * FROM textos WHERE capitulo like '%Capítulo 4%' and (subcapitulo like 'Corazón de la novia') and (lugar like 'Sequeros') and (fecha like '''' or fecha_dos like 'S.XVII' or fecha_tres like 'S.XVIII' or fecha_cuatro like 'S.XIX')

JOYAS SAGRADAS

El corazón en la documentación serrana y candelaria


Sequeros

     Siglo XVII. 1685-1687


     En inventario de Sequeros del noble Domingo González Palomino, año 1687, se menciona: «un corazón de plata sobredorado con una echura de Santo Christo y de Nuestra Señora [que pesó] tres onzas y media con cinco remates»296.


     Otro «corazón, de echura de oro, de plata ahumada en 44 reales» figura en un inventario de 1685297.




     Siglo XVIII. 1700-1777


     En inventario de 1700 se registra «una imaxen pequeña de la Soledad en un corazón con vidriera»298.


     En el año 1704, en el inventario de Juana de Güerta se hace constar «un corazón de plata aumado con sus estremos pendientes, del mesmo xénero»299. En 1707, «un corazonzito de oro»300.


     Hasta cuatro tipos de corazones se enumeran en inventario de Pedro Gonzáles, año 1730: «Un corazón con el zerco de plata […]; un corazoncito aumado pequeño y otro afiligranado pequeño, otro con el zerco de plata, también pequeño […] y unos corales y gabanzas, que todo pesó una libra algo corrida»301.


     En las capitulaciones matrimoniales de Francisco Berrocal Montero y Margarita Sánchez Palomino, año 1733, figura entre otros bienes «una caja [¿con un?] corazón de plata en 22 reales»302.


     En el inventario de Francisca Anaya de Lorenzo, año 1736, fue tasado «un corazón de azabache guarnezido con Plata, en 30 reales»303.


     En la dote que en 1736 dio en casamiento Joseph de Borxa a Santos de Fría, «él de Sequeros y ella de Fuente de la Peña [le entrega entre otras donas y joyas] un corazón con reliquias de Santos en tela de seda, forrado en damasco y guarnecido de hilo de plata, que le dio Doña Manuela Ortiz, religiosa de Zarzoso»304.Se demuestra aquí documentalmente la procedencia de este género de corazones-relicario que venimos atribuyendo en otros ejemplos a este venerable monasterio serrano, de tanta influencia en la comarca305. Con este género de corazones-relicario de arte povera y con los populares conventinos (escaparates a lo divino), de los que se conservan aún deliciosas piezas-testigo en Cepeda, La Alberca y Mogarraz, devolvían favores a sus benefactores estas monjas Franciscas.


     En inventario de Santiago Martín, año 1738, figuran «tres onzas de corales en que entra un anuzdeýto [sic] de corazón que está pendiente dellos con el cerco de plata»306.


     En 1739, constan en inventario de Francisco Sánchez de Tapia «dos hilos de corales con un corazón de plata en 13 reales, y el corazón, 6 reales»307.


     En inventario de Joachín Rodríguez, año 1742, se menciona «un corazoncito de plata con vidrieras, un corazón de plata y dos corazoncitos vordados y un volso de echar reliquias bordado de flores y fondo blanco y dos Dechados»308.


     En inventario de Mathías Prieto, año 1744, se tasa «una almilla de mujer de escarlatín, que tiene del brazal un corazoncito de plata, todo en 8 reales»309. A veces, a través de documentos tan desveladores como éste, descubrimos el uso de pequeñas joyas en una prenda de remudo, una almilla de mujer, cosidas a un brazal310.


     «Una joya de corazón sobredorada, en 15 reales» se registra en el inventario de Mariano Garzía Rubio, año 1758311.


     En la dote de Ysavel Sánchez, entre otros bienes y alhajas, se tasaron en 1761 «tres corazones de monjas con platilla en 8 reales»312. Se confirma aquí claramente la denominación de esta variante de corazón.


     «Un corazón de plata en 21 reales», en común con «dos medallas de Franzia [de la Peña de]», se cita en el inventario de Miguel Rodríguez, año 1763313.


     En inventario de Josepha Sánchez Montero y formando parte de tres hilos, consta «un corazón pequeño de plata», año 1763314.


     En inventario de Mathías Prieto, año 1774 y entre otras alhajas, se describe «un almilla para mujer de escarlatín, que tiene al brazal un corazoncito de plata, todo en 18 reales»315.


     «Dos corazones de plata, el uno de echura de oro», junto a otras piezas, se citan en inventario del, año 1775316, y en el de Cecilia Anaya, «una cinta y corazón de seda en 4 reales, año 1776»317. En ese mismo año, 1776, figuran en el inventario de Úrsula Muñoz «unos dijitos de niño, dos anillos y un corazoncito de filigrana»318.


     En el año 1777 en inventario de Pedro Regalado Garzía, se mencionan «dos corazones de seda, más tres corazones de seda» (probablemente estas joyas no se encontraron en la misma gaveta y por eso el tasador cantó las piezas al escribano en dos tiempos, seguidos pero distintos319.


     Como en Cepeda, también en Sequeros recogen los tasadores en algunos inventarios, además de las piezas, los espacios en que se guardan, curiosidad que tanto se agradece, dejando desvelados ocultos pormenores que enriquecen aspectos, casi siempre ocultos, de la vida cotidiana, en este caso la apañada reutilización de pequeños y entrañables enseres. Así, el inventario de Margarita Sánchez Maldonado nos describe «una caja de china para tabaco, buena, y en ella un relicario mediano de oro, un anillo de plata, tres cintas de seda y un escapulario del Carmen», año 1774320.




     Siglo XIX. 1825


     En dote del año 1825, único ejemplar de joya-corazón documentado en este siglo en Sequeros, se tasa «un corazón de plata sobredorado y feligranado en 60 reales»321.




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