> SELECT * FROM textos WHERE capitulo like '%Capítulo 4%' and (subcapitulo like 'Corazón de la novia') and (lugar like 'Sotoserrano') and (fecha like '''' or fecha_dos like '''' or fecha_tres like 'S.XVIII' or fecha_cuatro like 'S.XIX')

JOYAS SAGRADAS

El corazón en la documentación serrana y candelaria


Sotoserrano

     Siglo XVIII. 1777


     En Sotoserrano, año 1777, los tres únicos ejemplares de joya-corazón son variantes que figuran en el inventario del cirujano. En una «caja para meter corales [tasada] en 17 maravedíes», se hallaron «dos onzas de corales, ocho botones y tres sortijas y corazón en 30 reales, más un corazón de cristal con la guarnizión de plata y reliquias dentro, 8 reales [más] corazón de plata afiligranado, otros 8 reales»322.




     Siglo XIX. 1829-1841


     En carta de bienes dotales, año 1829, entre otras prendas y joyas se tasó «un agnusdei de Fernando VII con un retrato, en 3 reales y un broche grande de corazón en 30»323. El contenido de esta joya, una miniatura del rey, es claro y curioso ejemplo de cómo el término agnusdei, en su origen sinónimo de relicario con la figura del Cordero místico en hechura de cera o de otro material, es empleado en este documento, y en tantos otros de distintas épocas, sólo como genérico del continente. Así pues, vemos en este siglo agnus y joyas-relicario en facción de reloj que se convierten en portarretrato y guardapelo.


     En hijuela de Miguel Antonio Barrio, año 1831, se tasaron «unos broches de corazón [en] 46 reales»324.


     «Dos bolsas y un corazón de seda, en 5 reales» figuran en inventario de 1833325.


     En el año 1841 y por tercera vez, vuelven a citarse junto a «un par de broches grandes con caras aumadas, otros [broches] de corazón»326.


     En inventario de 1841 se describe «en un cordón, un corazón, caracol y cuerno en 2 reales»327.


     De los cinco documentos sobre las joyas-corazón en el Sotoserrano del siglo XIX, tres hacen referencia a la familia de las joyas conocidas como de «cerrar y trancar», broches cordiados que figuran aquí sueltos, probablemente para utilizar en anguarinas, capas y sereneros. En el cuarto texto el corazón, de seda y hechura casera o de los de Zarzoso, se emplea como «detente» y lleva embutidos en el «alma» evangelios u otras nóminas sagradas y reliquias. Por último, en el quinto documento, el corazón (quizá amoroso detalle de padrinos al cristianar), forma parte de un dijero de infantes y se acompaña de dos amuletos, caracol y cuerno, en ese ceñidor que los une.




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