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JOYAS UTENSILIO

El chupador

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EL CHUPADOR


Esta pieza, socorrida y omnipresente en los dijeros y ceñidores de los niños como joya para entretener durante la lactancia y para aliviar el dolor en la dentición, está muy bien representada en retratos de aparato de infantes y en imágenes devocionales –de bulto, pintadas y vestideras– de niños jesuses, principalmente conventuales, durante los siglos XVI, XVII y XVIII. No se conocen ejemplos en la documentación de la Sierra de Francia hasta el año 1624 y eso sólo en 20 inventarios, ni figura en la de Candelario. Por fortuna, el chupador es joya-testigo bastante repetida en hechuras de cristal y también de coral, plata y marfil en dijeros de colecciones particulares serranas y en fotografías antiguas, en museos y en imágenes de culto público y doméstico. Los dijes de niño se llevaban prendidos al fajero como cíngulo protector, además de piedras de virtud, mediaslunas, cruces, medallas, relicarios, evangelios, higas, truchas de plata cuernos, pezuñas de la gran bestia o manos de tejón, sonajeros, esquilitas, cascabeleras y otros elementos.


Figura 21
a) Chupador de cristal con espirales encarnados, aceleradores del lenguaje. Manilla engastonada en plata en hechura de gola; asa redonda y lisa. En dijero. Siglos XVII-XVIII (La Alberca. Colección De los Hoyos Puerto). b) Chupador de cristal con espirales de colores. Manecilla de plata con sus extremos dentados a manera de gola. Asa en cruz. Siglo XVIII (Mogarraz. Colección Calvo Cascón). c) Chupador de cristal y motivos en espiral en el alma. Manecilla engastonada en plata. Siglos XVIII-XIX. La Alberca. Dijero del Niño Jesús de las Candelas. d) Chupador de marfil engastonado en plata con los extremos de la manecilla en forma de castañuela roma. Asa y reasa en ese. Siglo XVIII. La Alberca. Dijero del Niño Jesús de la Candelaria.

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En los ejemplos documentados de la Sierra de Francia, esta joya-utensilio y amuleto recibe las denominaciones siguientes: chupador, en Sequeros, Villanueva del Conde, San Martín del Castañar, San Esteban de la Sierra, Miranda del Castañar, Cepeda y la Alberca. Chupadera, en Monforte y Cepeda, y chupón, en Miranda del Castañar. Nunca aparece como chupete, término con que se conoce actualmente, con otra hechura y materiales. Algunos documentos eluden el nombre propio de esta pieza incluyéndola bajo los genéricos de menudencias, niñerías, frioleras, enredos o dijes sin más.


Autoridades recoge la voz chupador: «Un cristal en forma de una palita redonda, del tamaño de un dedo, que sirve para que los niños se entretengan, metiéndole en la boca, quando les duelen las encías y se refresquen con él».


El chupador se presenta guarnecido con una manecilla y, a veces, dos extremos de plata colgando de una cadenilla de plata o de metal, prendido del dijero o ceñidor. En varios ejemplos se menciona junto a esquila y cascabel, como parte de un conjunto de dijes.


El chupador en la documentación serrana y candelaria

VILLANUEVA DEL CONDE

     Siglo XVIII. 1789


     En el inventario de Manuela Sánchez Maldonado, año 1789, se hizo tasación, entre otras alhajas y joyas, de «dos chupadores de cristal con cabos de plata, en 4 reales»828.


     Una de las transformaciones de joya profana en elemento de ajuar litúrgico es la del dije en general, y en particular el chupador, pieza tantas veces legada, de un niño al Niño-Dios y convertida en manda sagrada, como comentamos en ejemplos parroquiales de Monforte (1624), San Esteban de la Sierra (1810) y San Martín del Castañar (años 1759 y 1883). Con estas imágenes vestideras del Niño Jesús en brazos de la Virgen solía escenificarse el pasaje evangélico de la Circuncisión y la Purificación de María, saliendo a Misa de Parida, en la fiesta de la Candelaria, el día 2 de febrero.


     Constan en total 20 ejemplos de chupador en la documentación serrana: 4 en Monforte y San Martín respectivamente; 3 en Cepeda y Miranda; 2 en La Alberca y Villanueva del Conde y 1 en San Esteban y Sequeros cada uno, durante un periodo de 218 años de existencia documentada.


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