Vivimos una época en la que la verdad puede resultar una amenaza para los intereses de determinados sectores de la sociedad. Esta es una de las razones que puede explicar la proliferación de noticias falsas, en ocasiones originadas por error o desconocimiento y otras porque benefician a quienes las difunden. La lucha contra ellas se centra en perseguir a quienes las producen y emiten para evitar que se extiendan.